sábado, 11 de diciembre de 2010

La vaca picada



Quién iba a decir que una hamburguesería podría formar parte de este blog de lugares que merecen la pena? Pues sí, el comando recomienda este lugar (existen dos establecimientos con este nombre en Madrid) para degustar una buena hamburguesa snob.

Tienen la opción de que te pidas el tamaño de hamburguesa que seas capaz de engullir, eso si, lo unico que cambia es el tamaño de la pieza de chicha, porque el pan y todo lo demás es igual. Conclusión, si pides la hamburguesa de medio kilo, tendrán un trozo descomunal de carne entre dos piezas de pan completamente fuera de escala. Pero claro, ¿quién quiere pan con medio kilo de carne por delante?

Hamburguesa de cuarto de kilo

Nota del comando comida:7

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Ototoi, japonés fusión para amantes de lo crudo


El restaurante Ototoi se encuentra en la Calle Alcalá 35 (Madrid). Se trata de un japonés que fusiona con la comida mediterranea sin ningún tipo de pudor, lo cual está bastante bien, porque se pueden permitir el lujo de servirte un tartar de atún con ajoblanco.
Tartar de atún con ajoblanco
 Lo cierto es que fuimos a este resturante con unos bonos de oferta que incluian un menú de ocho platos para degustar las virtudes de la cocina de este lugar. Como sería quizá demasiado tortuoso para la primera entrada en este blog explicar y comentar cada uno de los platos vamos a resaltar sólo las virtudes de los que mas nos impactaron al comando comiendo.  

Consejo importante siempre que se acuda a un restaurante pseudojaponés, siempre hay que usar los palillos. Lo de "donde fueres haz lo que vieres" es cierto, y no hay forma de comerse el sushi si no es con ellos ya que hay que mojarlos (aunque eso es discutible según la parafernalia propia japonesa) en salsa de soja, y si usamos un tenedor lo mas seguro es que se nos desmenuce todo.
Sushi
El lugar, estupendo, hay que decir que no es demasiado barato, vamos, que hay que pagar la calidad de lo que te ponen, y eso implica cierta seriedad y rectitud en el trato de los camareros que se acentúa cuando resulta que el comensal es un chef que ha estudiado en francia (no es coña, nuestros vecinos de mesa lo eran y no dudarlo en decírselo al camarero para que este supiera con quién estaba tratando). En fin, vecinos de mesa petardos a parte, el sitio merece la pena con creces aunque se puede ir un poco del presupuesto. Adorno todo esto con algunas imagenes mas de las suculencias del lugar:

Tempura
Empanadillas rellenas variadas
Pasta con langostinos

Nota del comando comida: 8